El
general estadounidense John Joseph— estuvo al mando de la Fuerza Expedicionaria
Estadounidense (AEF) durante la I Guerra Mundial (1914-1918). Una vez que
Estados Unidos declaró la guerra a Alemania el 6 de abril de 1917, el gobierno
estadounidense movilizó a la poderosa AEF y la envió a Francia. Aunque Estados
Unidos se unió a las fuerzas aliadas para combatir a Alemania, Pershing
insistió en conservar la autonomía de sus tropas.
La guerra submarina
La
guerra submarina alemana fracasó en su intento de ocasionar la rendición de
Reino Unido mediante la destrucción de la flota aliada, de la que los
británicos dependían para la obtención de alimentos y suministros. La campaña
submarina alemana parecía eficaz en sus comienzos; hacia finales de 1916, los alemanes
hundían mensualmente alrededor de 300 toneladas de embarcaciones británicas y
aliadas en el océano Atlántico norte; la cifra subió a 875.000 toneladas en el
mes de abril, por lo que los alemanes estaban seguros de conseguir la victoria
en breve. Sin embargo, Gran Bretaña consiguió adoptar un sistema de
convoyes en el que las flotas mercantes eran protegidas por destructores y caza
submarinos, utilizó hidroaviones para detectar a los submarinos, y empleó
cargas de profundidad para destruirlos.
Submarino
alemán
Los
submarinos alemanes iniciaron un bloqueo sobre las islas Británicas en febrero
de 1915. El hundimiento de las naves aliadas causó un gran número de bajas; al
abandonarse el principio por el cual se permitía la evacuación de las naves civiles
antes de su hundimiento. En mayo, un submarino alemán torpedeó al Lusitania, un
vapor de pasajeros británico. Éste se hundió en menos de 20 minutos frente a la
costa meridional de Irlanda, y fallecieron 1.198 civiles, entre los que se
encontraban 128 estadounidenses. El incidente estuvo a punto de anticipar la
intervención de Estados Unidos en el conflicto mundial, que se produjo en 1917
No hay comentarios:
Publicar un comentario