La Primera Guerra Mundial fue un
acontecimiento bélico internacional que, empezó en Europa en agosto de 1914, no
sólo llegó a ser una "guerra total" sino que avanzo al ámbito mundial
cuando intervinieron en ese conflicto naciones situadas en otros continentes.
Por primera vez en la historia de la humanidad, una lucha armada incluía países
muy alejados geográficamente; además su evolución y desenlace dejaron unos cambios
que marcaron la diferencia y que afectaron al mundo entero. Sin embargo, hasta
antes de 1945 este gran fenómeno histórico fue conocido como la "Gran
Guerra" y no sería hasta después de ocurrida la Segunda Guerra Mundial
cuando se hizo necesaria la distinción numérica secuencial entre ambos
conflictos. Por su magnitud y consecuencias, la Primera Guerra Mundial
constituye una profunda brecha que separa el siglo XX de todo lo que le
precedió, no obstante que sus orígenes se encuentran, por supuesto, en los
hechos del pasado inmediato.
Las
alianzas
El dominio sobre las áreas
coloniales inicio conflictos entre las potencias que se resolvían a través de
acuerdos diplomáticos, o mas bien de guerras que se mantenían dentro de un
mareo estrictamente local. Además, las alianzas que se formaban duraban muy poco
y los países cambiaban de alianza frecuentemente, según las circunstancias.
Sin embargo, las reglas de
juego de la diplomacia internacional fueron cambiando poco a poco. A medida que
crecían mas las necesidades de expansión de las grandes potencias industriales,
las confrontaciones se fueron haciendo incontrolables. Por un lado, era muy difícil
resolver los conflictos en un escenario que se había hecho más grande. Los
enfrentamientos ya no sólo podían presentarse en Europa sino también en África,
China o el Medio Oriente. Además, había nuevos competidores y eran muy
agresivos. Estados Unidos y Japón se habían convertido en grandes potencias que
se disputaban el dominio del área del Pacífico. Alemania aparecía muy poderosa,
pero no satisfecha por haber llegado tarde al reparto colonial. Sus intereses
expansionistas en China y África del Sur chocaban con el dominio que los
ingleses habían establecido en esas zonas. Justamente, las posiciones
irreconciliables entre Alemania e Inglaterra fueron las que generaron un
sistema de alianzas para siempre que puso en peligro la paz mundial. Por un
lado, se formó la Triple Alianza, que en realidad fue
sólo una alianza entre Alemania y Austria-Hungría, pues Italia, el tercer
integrante, no tardó en alejarse. Por otro lado, Francia, el Imperio ruso y
Gran Bretaña se unieron en la Triple Entente.
La situación
fue tomándose aún más grave a raíz de los conflictos internos que atravesaban
muchas de las grandes potencias. Rusia estaba amenazada por una revolución
social, el Imperio austro-húngaro se destrozaba en luchas entre nacionalidades
que ya no podían ser paradas por el gobierno; en el Estado alemán los
enfrentamientos políticos detenían la política exterior. Los gobiernos
parlamentarios, como los de Gran Bretaña y Francia, debían hacer frente a los
reclamos de los trabajadores y los sectores medios que demandaban mayores
derechos políticos y mejores condiciones de vida.
Muchos
gobiernos trataron de arreglar estas crisis sociales y políticas llamando a
todos los sectores a dejar de lado sus diferencias y a unirse detrás de los
superiores intereses nacionales. Fomentaron un sentimiento patriótico
La escuela y
el servicio militar obligatorio les sirvio para estimular los sentimientos
nacionalistas a través de ceremonias diarias, como el izamiento de la bandera.
Con el mismo objetivo se establecieron nuevas fiestas nacionales, como la que conmemora
la Revolución Francesa, recordada los 14 de julio en Francia.
La prensa
también jugó un papel muy importante en todo este proceso exagerando las
cualidades de la nación y poniendo en ridiculo o disminuyendo las de los
pueblos extranjeros.
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